Conocido como el proceso de Bolonia, éste se inicia con la Declaración del mismo nombre, tras el Acuerdo suscrito en 1999 por los ministros de educación de la Unión Europea para iniciar el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) Esta Declaración conjunta dio inicio al llamado proceso de convergencia que tenía como objetivo facilitar un efectivo intercambio de titulados, así como adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales.